Sus 2,06 metros de altura le convertían en un jugador total: jugaba de base y dirigía el juego del equipo, toronto raptors camiseta pero a la vez podía anotar en la pintura aprovechando su físico. Ningún riesgo y nada nuevo más que los toques blancos más pronunciados a una camiseta que naufragó en los playoffs del último curso. Este mes de febrero que entra supone para la NBA una especie de renacer después de un trágico enero con las muertes de David Stern y de Kobe Bryant.